Aunque no lo vemos a simple vista, nuestro hogar podría estar pidiéndonos una reforma o un nuevo diseño, ya que nos transmite cosas. No es sólo el sitio que nos resguarda del frío y de la intemperie, sino que también dice muchas cosas de nosotros.
Hay que tener en cuenta que el hogar también nos aporta muchas cosas y, por eso, deberíamos cudiarlo y mantenerlo en buen estado.
¿Reforma, diseño o cambio de casa?
No siempre la reforma o el diseño de interiores es la opción idónea, en ocasiones por motivos diversos es mejor mudarse. Sin embargo, es bueno dar una segunda oportunidad a nuestro hogar por ejemplo: si estamos en un barrio que nos gusta; la casa cumple nuestras expectativas en cuanto a espacio y diversidad de espacios; tenemos cerca todos aquellos servicios que nos interesan; o estamos a gusto con nuestros vecinos.
En casos en los que todas estas cuestiones son afirmativas, es obvio que lo que se necesita es más bien una reforma. Este hecho es algo que en un primer momento puede asustarnos. Sin embargo, si lo pensamos como una inversión que revalorizará nuestra casa a largo plazo, quizás nos parezca más aceptable.
Una reforma o un nuevo diseño nos ayudará a querer de nuevo nuestro hogar
Si el tamaño de la casa es bueno, entonces lo que nos debe fallar es la distribución o la funcionalidad de los espacios. Con una reforma o un nuevo diseño, nuestra casa se adaptará a nuestras necesidades.
Algunas de las cosas que plantean una reforma pueden ser: la estética de un tiempo pasado que ya no nos satisface; un cambio en la estructura familiar, y por tanto necesitemos más o menos espacio y otro tipos de espacios; cuando nuestra casa es de segunda mano y nos la encontramos al gusto de los antiguos propietarios,…
Lo que nos dice nuestra casa
También podemos hacernos unas sencillas preguntas y de las respuestas podemos sacar la conclusión:
¿Tu casa tiene muchos años?
Las casas, como todo, con el tiempo van envejeciendo. Por eso, más allá de la estética, necesitan el mantenimiento de instalaciones y otras cosas. Esto puede ser a nivel estructural, de materiales, o quizás porque algunas de las normativas han cambiado.
¿Has tenido averías?
Principalmente, si te han surgido averías, esto puede ser una señal de que hay que cambiar muchas más cosas.
¿Está bien aislada?
Las instalaciones de calefacción y aire acondicionado desactualizadas pueden suponer un gasto muy grande. Este hecho podría derivarse de un mal aislamiento en las ventanas u otras causas referentes a la antigüedad de los materiales.
También, si nuestra casa no está correctamente aislada, puede que tuviéramos molestias acústicas aparte de térmicas.
¿Cuáles son tus necesidades?
A lo largo de la vida todo lo que necesitamos de nuestra casa va variando. No es lo mismo ser una pareja, que estar soltero o tener hijos. O quizás debido a la pandemia ahora trabajas en casa y necesitas un espacio para llevar a cabo el trabajo. El hecho de rediseñar un espacio nos va a dar mucho juego para convertirlo y que tenga otra funcionalidad.
¿Cómo tienes la cocina y el aseo?
Estos espacios son los primeros que quedan anticuados. Así pues, por razones prácticas y funcionales, no tan estéticas, sería bueno llevarlos a la actualidad.
Por eso una reforma también toca otros conceptos como el ahorro y la eficiencia energética.
Éstas son, entre otras, algunas razones que nos ayudarán a decidir si necesitamos o no una reforma. Si es el caso, lo mejor es contactar con un profesional que nos aconseje y acompañe durante el proceso.
¿Quieres reformar tu casa?
¡Contáctanos sin ningún compromiso y cuéntanos tus planes para que podamos ayudarte!
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